Abbas KiarostamiAki KaurismäkiBelle de jourEliseo SubielaEmiliano PenelasFrank CapraHitchcockKarel ZemanKeatonLa patrulla infernalResumen
Resumen 2017
10:00
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El Cineclub YMCA finaliza la décima temporada con una función especial en fílmico de El héroe del río, de Buster ...
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Con la proyección de Luces al atardecer, y muchísimo público en todas las funciones, finalizó el ciclo dedicado a Aki ...
Última función del ciclo "Aki Kaurismaki x4" en el Cineclub YMCA, con la proyección de Luces al atardecer, el film que ...
Con mucho público, proyectamos con la maravillosa Kati Outinen La chica de la fábrica de fósforos, anteúltima película ...
Tercera función del ciclo "Aki Kaurismaki x4" en el Cineclub YMCA, con una película fascinante y conmovedora. Será el ...
La historia de amor entre Nikander e Ilona que cuenta Aki Kaurismäki en Sombras en el paraíso se proyectó en el ...
Segunda función del ciclo dedicado a Aki Kaurismaki en el Cineclub YMCA, con la proyección de la película que dio ...
Una vez más, tenemos que agradecer la difusión del ciclo Aki Kaurismäki al Diario del Viajero. ... Continue ...
Así se describe Aki Kaurismäki al referirse a su cine, protagonista del ciclo que dedicamos en el Cineclub YMCA.
Está claro que Aki Kaurismäki es un director de ideas fijas. Los ingredientes que lleva tres décadas usando para hacer su cine -humor impasible, deliciosos anacronismos visuales, desarmante sencillez narrativa y personajes que hacen cosas muy absurdas muy en serio- son los mismos que contiene su nueva película, por la que obtuvo el premio al mejor director en la pasada Berlinale. Segunda entrega de una trilogía sobre el drama de los inmigrantes, El otro lado de la esperanza convierte las tribulaciones de un refugiado en Helsinki en un canto a la solidaridad y la decencia.
- ¿Qué le impulsó a querer dedicar una trilogía al drama de los refugiados en Europa?
- Yo nunca he creído ser muy listo pero ahora, por culpa de los líderes políticos, me siento un idiota. Nací en Europa y fui educado como europeo, pero hoy me avergüenzo de ello. La democracia occidental ya no sigue las reglas básicas de la auténtica democracia. Hemos olvidado que los refugiados son gente que ama y necesita ser amada, que tiene una historia y unos sentimientos, y que sufre. Y sufre sobre todo a causa de nuestra indiferencia, y al trato inhumano que les damos.
- Tras situar El puerto (2011) en Francia, en la nueva película ha vuelto a Finlandia. ¿No es mejor allí el trato a los refugiados?
- Todo el mundo cree que los países nórdicos son un paraíso del bienestar, y eso es una patraña. En mi país actualmente a los inmigrantes se los trata como si fueran basura. Ojo, la gente de a pie es magnífica y se esfuerza para ayudarles, pero el Gobierno y los funcionarios hacen lo que pueden por evitar que entren o echarlos. Si mi Gobierno sigue así pienso quemar mi pasaporte finlandés.
- Se le suele considerar un director misántropo, pero en realidad su cine está lleno de humanismo. ¿Cómo se definiría usted?
- Parezco un tipo frío, pero soy un sentimental. Cuido mucho de los demás, aunque de mí mismo no cuide nada. Sin solidaridad nuestra vida está hueca. Yo llegué a pensar que mis películas podrían cambiar el mundo, o al menos cambiar Europa. Ahora me conformo con que cambien a tres o cuatro personas. En todo caso, quiero creer que la humanidad puede enderezar su rumbo a pesar de que hasta los perros tienen más bondad que nosotros.
- ¿Cómo?
- No veo otra solución para salir de este pozo de miseria que matar a esa minoría que posee toda la riqueza del mundo. Hay que exterminarlos, a los ricos y a los políticos que les lamen el culo. Ellos nos han llevado a esta situación en la que los valores humanitarios no valen nada. Si no lo hacemos, nos matarán ellos a nosotros.
- Suena usted apocalíptico.
- Nunca había sido tan pesimista como lo soy ahora. Supongo que tarde o temprano acabaré suicidándome. Después de todo, suicidarse es algo muy finlandés. Nuestro problema es que no tenemos suficientes horas de luz solar. Nos falta vitamina D, y eso nos deprime.
- La de los refugiados es la tercera trilogía de su carrera. ¿Por qué esa costumbre de agrupar su cine en tríos?
Porque soy un vago, y necesito hacer planes futuros para mantener la energía. Dicho esto, a lo mejor esta trilogía tendrá solo dos películas. Eso no lo ha hecho nadie nunca antes, ¿no? Sé que esto ya lo he dicho en el pasado, pero ahora va en serio: es posible que no haga más películas. He pasado demasiado tiempo haciendo cine, y estoy cansado. Prefiero pasar los días recogiendo setas. Al fin y al cabo, mis películas son una mierda.
- Nadie más parece compartir esa opinión.
- Como siempre digo, aunque la frase no es mía, en el mundo de los ciegos el tuerto es el rey.
- ¿No hay ninguna de sus películas que le guste?
- Algunas no me parecen odiosas, pero no he hecho ninguna que me pareciera satisfactoria. De lo contrario, me habría retirado justo después de hacerla. Y ahora ya llego tarde, porque estoy hecho una birria física y mentalmente. Aun así, si dentro de cinco años sigo vivo, es posible que haga otra película. Incluso puede que sea la comedia más optimista de toda mi carrera.
(Entrevista realizada por Nando Salvà)
Está claro que Aki Kaurismäki es un director de ideas fijas. Los ingredientes que lleva tres décadas usando para hacer su cine -humor impasible, deliciosos anacronismos visuales, desarmante sencillez narrativa y personajes que hacen cosas muy absurdas muy en serio- son los mismos que contiene su nueva película, por la que obtuvo el premio al mejor director en la pasada Berlinale. Segunda entrega de una trilogía sobre el drama de los inmigrantes, El otro lado de la esperanza convierte las tribulaciones de un refugiado en Helsinki en un canto a la solidaridad y la decencia.
- ¿Qué le impulsó a querer dedicar una trilogía al drama de los refugiados en Europa?
- Yo nunca he creído ser muy listo pero ahora, por culpa de los líderes políticos, me siento un idiota. Nací en Europa y fui educado como europeo, pero hoy me avergüenzo de ello. La democracia occidental ya no sigue las reglas básicas de la auténtica democracia. Hemos olvidado que los refugiados son gente que ama y necesita ser amada, que tiene una historia y unos sentimientos, y que sufre. Y sufre sobre todo a causa de nuestra indiferencia, y al trato inhumano que les damos.
- Tras situar El puerto (2011) en Francia, en la nueva película ha vuelto a Finlandia. ¿No es mejor allí el trato a los refugiados?
- Todo el mundo cree que los países nórdicos son un paraíso del bienestar, y eso es una patraña. En mi país actualmente a los inmigrantes se los trata como si fueran basura. Ojo, la gente de a pie es magnífica y se esfuerza para ayudarles, pero el Gobierno y los funcionarios hacen lo que pueden por evitar que entren o echarlos. Si mi Gobierno sigue así pienso quemar mi pasaporte finlandés.
- Se le suele considerar un director misántropo, pero en realidad su cine está lleno de humanismo. ¿Cómo se definiría usted?
- Parezco un tipo frío, pero soy un sentimental. Cuido mucho de los demás, aunque de mí mismo no cuide nada. Sin solidaridad nuestra vida está hueca. Yo llegué a pensar que mis películas podrían cambiar el mundo, o al menos cambiar Europa. Ahora me conformo con que cambien a tres o cuatro personas. En todo caso, quiero creer que la humanidad puede enderezar su rumbo a pesar de que hasta los perros tienen más bondad que nosotros.
- ¿Cómo?
- No veo otra solución para salir de este pozo de miseria que matar a esa minoría que posee toda la riqueza del mundo. Hay que exterminarlos, a los ricos y a los políticos que les lamen el culo. Ellos nos han llevado a esta situación en la que los valores humanitarios no valen nada. Si no lo hacemos, nos matarán ellos a nosotros.
- Suena usted apocalíptico.
- Nunca había sido tan pesimista como lo soy ahora. Supongo que tarde o temprano acabaré suicidándome. Después de todo, suicidarse es algo muy finlandés. Nuestro problema es que no tenemos suficientes horas de luz solar. Nos falta vitamina D, y eso nos deprime.
- La de los refugiados es la tercera trilogía de su carrera. ¿Por qué esa costumbre de agrupar su cine en tríos?
Porque soy un vago, y necesito hacer planes futuros para mantener la energía. Dicho esto, a lo mejor esta trilogía tendrá solo dos películas. Eso no lo ha hecho nadie nunca antes, ¿no? Sé que esto ya lo he dicho en el pasado, pero ahora va en serio: es posible que no haga más películas. He pasado demasiado tiempo haciendo cine, y estoy cansado. Prefiero pasar los días recogiendo setas. Al fin y al cabo, mis películas son una mierda.
- Nadie más parece compartir esa opinión.
- Como siempre digo, aunque la frase no es mía, en el mundo de los ciegos el tuerto es el rey.
- ¿No hay ninguna de sus películas que le guste?
- Algunas no me parecen odiosas, pero no he hecho ninguna que me pareciera satisfactoria. De lo contrario, me habría retirado justo después de hacerla. Y ahora ya llego tarde, porque estoy hecho una birria física y mentalmente. Aun así, si dentro de cinco años sigo vivo, es posible que haga otra película. Incluso puede que sea la comedia más optimista de toda mi carrera.
(Entrevista realizada por Nando Salvà)
La ópera prima de Aki Kaurismäki, Crimen y castigo, basada en el clásico de Fiodor Dostoievski, fue la película que ...
A propósito del ciclo "Aki Kaurismäki x4". El romanticismo estaba presente en su cine desde los comienzos, pero no ...
Primera función del ciclo "Aki Kaurismaki x4" en el Cineclub YMCA, con la proyección de su particular adaptación de la ...
En las próximas funciones proyectaremos en el Cineclub YMCA cuatro películas del finlandés Aki Kaurismäki, uno de los más importantes realizadores contemporáneos. Como siempre, con entrada libre en Reconquista 439.
Nacido en Orimattila, Finlandia, el 4 de abril de 1957, Aki Kaurismäki irrumpió a principios de los '80 , junto a su hermano Mika, en lo que se llamó "nuevo cine finlandés" para terminar siendo EL director de su país por excelencia, a fuerza de una filmografía sólida, original y de amplia resonancia internacional.
Se distinguió como un autor genuino y original con su primera película, Crimen y castigo (1983), una adaptación de Dostoyevski a la vida moderna, sin duda en deuda con Buñuel por lo despiadada y con Bresson por lo rigurosa, pero que introduce claramente un estilo que, con los filmes que la siguieron, se ha identificado como el de Aki Kaurismäki: minimalista, lacónico y ascético, pero también hondamente emocional y humorístico.
Sombras en el Paraíso (1986), la historia de amor de un conductor de camión de basura y una cajera de supermercado, fue el primer eslabón de la que sería conocida -junto con Ariel (1988) y La chica de la fábrica de fósforos (1990)- como su «trilogía proletaria», y mostró lo que quizás identifique como línea conductora toda su obra: historias de gente marginal con grandeza y orgullo, severas en su mirada crítica al mundo contemporáneo pero tiernas en el tratamiento de unos personajes que mantienen su dignidad por más dura que sea su lucha por la supervivencia. El crítico y estudioso Sakari Toiviainen identifica la «imaginación melodramática» como la fuerza aglutinante de los diversos elementos de estas obras, un «universo moral» con claras dicotomías, con virajes abruptos y composiciones en el relato, y por último con una música que juega un rol fundamental como vehículo de recuerdos y sentimientos sin expresar.
En síntesis, quizás pueda decirse que es la curiosa tensión entre el ascetismo y el melodrama lo que aporta la esencia del estilo y la originalidad de Aki Kaurismäki. Curiosamente, éstas son características que conectan su obra con la tradición cultural y sentimental del pueblo finlandés. Nosotros los finlandeses, la nación «que calla en dos idiomas» (B. Brecht), somos conocidos como un pueblo parco y de pocos gestos, aunque hondamente emocional por dentro y propensos al sentimentalismo. La autocomplaciencia inherente al sentimentalismo, sin embargo, es algo a lo que Kaurismäki nunca condesciende, lo que tal vez sea uno de los motivos por los que fue mucho más admirado en el extranjero que en su propio país, hasta su éxito más reciente.
La vena inaugurada por la «trilogía proletaria» continuó con dos películas filmadas en el extranjero y en otros idiomas, Yo contraté a un asesino a sueldo (1990) en Londres y en inglés, con el actor francés Jean-Pierre Léaud en el papel principal, y Vida de bohemio (1992), en París y en francés. El universo de estas historias, sin embargo, es indudablemente tan Kaurismäki con el de sus películas rodadas en Finlandia. Juha (1999) lleva el lenguaje melodramático al extremo: una película muda con banda sonora musical que termina en una despiadada tragedia. Nubes pasajeras (1996), por su parte, es el comienzo de una nueva trilogía, la de los indigentes, los desempleados, los sin techo, y tiene un final feliz. En un mundo donde cada día hay menos esperanza, el artista se siente obligado a ofrecer algo de ella en su universo de fantasía.
Pero además de estas películas existe otra línea en la obra de Aki Kaurismäki, quizás más difícil de definir. Son travesuras, hechas como regla sin guión, comedias irónicas en apariencia que presentan un costado audaz de la misma visión crítica de la sociedad, su indiferencia y su frialdad, que yace en toda su obra: Calamari Union (1985), Hamlet va en viaje de negocios (1987), Leningrad Cowboys Go America (1989) y Leningrad Cowboys Meet Moses (1994). Agárrate el pañuelo Tatiana (1994) es un caso un poco diferente, un retrato nostálgico de la Finlandia de los sesenta tal como vive en los recuerdos y la imaginación del director.
El hombre sin pasado (2002, proyectada el año pasado en el Cineclub YMCA) muestra algunas señales de síntesis. Segunda parte de la «trilogía pobre», la historia de un hombre que pierde la memoria y se encuentra a sí mismo tiene claramente mucho en común con los antiguos «melodramas ascéticos», pero sus personajes parecen tener más dimensiones, como si las travesuras de las comedias se hubieran alojado dentro de ellos. La dualidad del melodrama ha abierto camino a una visión de vida más compleja, sin que la emoción pierda nada de su fuerza. Los fantasmas de Buñuel y de Bresson dan la bienvenida a los de Yasujiro Ozu en la cohorte de ángeles guardianes de Aki Kaurismäki.
Gran Premio del Jurado y el Premio a la Mejor Interpretación Femenina del Festival de Cannes de 2002, y nominada al Óscar a la mejor Película de Lengua Extranjera en 2003, es su salto al gran público. En 2006 completa su trilogía pobre con Luces al atardecer, en donde hace explícito el sentimiento que los finlandeses tienen por el tango y abre y cierra con Carlos Gardel. En 2011 vuelve al ruedo con El puerto, ganadora del Premio FIPRESCI en Cannes, y en 2017 El otro lado de la esperanza, que le valió el Oso de Plata como mejor director en el festival de Berlín.
Emiliano Penelas, programador
FINFO 8/2002: "El cine contemporáneo finlandés"
- Función 158 - Miércoles 4 de octubre, 20 horas
CRIMEN Y CASTIGO
(Rikos ja rangaistus, Finlandia, 1983, color, 93 minutos)
Dirección: Aki Kaurismaki.
Elenco: Markku Toikka, Aino Seppo, Esko Nikkari, Hannu Lauri, Matti Pellonpää, Harri Marstio y Olli Tuominen.
Un ex-estudiante de derecho irrumpe en el apartamento de un hombre de negocios y lo mata aparentemente sin motivos. En ese momento llega Eeva y aconseja al asesino que escape.
A su manera, y llevándola a la Finlandia moderna, Aki Kaurismaki adapta la famosa novela de Fiodor Dostoievski. Un excelente ejemplo de cómo el cine se relaciona con la literatura, en la visión de uno de los directores más originales de la actualidad.
- Función 159 - Miércoles 18 de octubre, 20 horas
SOMBRAS EN EL PARAÍSO
(Varjoja paratiisissa, Finlandia, 1986, color, 76 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki
Elenco: Matti Pellonpää, Kati Outinen, Sakari Kuosmanen, Esko Nikkari, Kylli Köngäs, Pekka Laiho, Jukka-Pekka Palo, Svante Korkiakoski, Mari Rantasila
Nikander es un conductor de un camión de la basura, que una noche verá como su vida se complica al morirse su compañero de trabajo. Además, se enamora de Ilona, una cajera de un supermercado. Primera entrega de "La trilogía del proletariado" que se compone además de Ariel y La chica de la fábrica de fósforos.
- Función 160 - Miércoles 1 de noviembre, 20 horas
LA CHICA DE LA FÁBRICA DE FÓSFOROS
(Tulitikkutehtaan tyttö, Finlandia, Suecia, 1990, color, 79 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki.
Elenco: Kati Outinen, Elina Salo, Esko Nikkari, Vesa Vierikko, Silu Seppälä, Reijo Taipale.
Una joven solitaria hace un trabajo mecánico y rutinario en una fábrica de cerillas. Cuando llega a casa debe soportar a su perverso padrastro y la falta de cariño de su madre. Por las noches sale a bailar intentando divertirse y encontrar pareja, pero nunca tiene suerte.
"Atractiva película, quintaesencia de la habilidad de Kaurismäki para narrar relatos de calculada dureza, sobriedad interpretativa y siniestro sentido del humor" (Tomás Fdez. Valentí)
- Función 161 - Miércoles 15 de noviembre, 20 horas
LUCES AL ATARDECER
(Laitakaupungin valot, Finlandia, 2006, color, 80 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki
Elenco: Janne Hyytiäinen, Maria Järvenhelmi, Ilkka Koivula, Maria Heiskanen, Kati Outinen, Sergei Doudko, Andrei Gennadiev, Arturas Pozdniakovas, Matti Onnismaa, Sulevi Peltola, Antti Reini, Neka Haapanen, Santtu Karvonen, Sesa Lehto, Jukka Rautiainen, Jukka Salmi
Koistinen, un guardia de seguridad nocturno, recorre las calles buscando un lugar al sol, pero la indiferencia general destroza, una tras otra, sus modestas esperanzas. Un grupo de mafiosos, que se aprovecha de su sed de amor y de su profesión con la ayuda de una mujer fría y calculadora, organiza un robo del que se acusa sólo a Koistinen. Así, pierde su trabajo, su libertad y sus sueños.
Nacido en Orimattila, Finlandia, el 4 de abril de 1957, Aki Kaurismäki irrumpió a principios de los '80 , junto a su hermano Mika, en lo que se llamó "nuevo cine finlandés" para terminar siendo EL director de su país por excelencia, a fuerza de una filmografía sólida, original y de amplia resonancia internacional.
Se distinguió como un autor genuino y original con su primera película, Crimen y castigo (1983), una adaptación de Dostoyevski a la vida moderna, sin duda en deuda con Buñuel por lo despiadada y con Bresson por lo rigurosa, pero que introduce claramente un estilo que, con los filmes que la siguieron, se ha identificado como el de Aki Kaurismäki: minimalista, lacónico y ascético, pero también hondamente emocional y humorístico.
Sombras en el Paraíso (1986), la historia de amor de un conductor de camión de basura y una cajera de supermercado, fue el primer eslabón de la que sería conocida -junto con Ariel (1988) y La chica de la fábrica de fósforos (1990)- como su «trilogía proletaria», y mostró lo que quizás identifique como línea conductora toda su obra: historias de gente marginal con grandeza y orgullo, severas en su mirada crítica al mundo contemporáneo pero tiernas en el tratamiento de unos personajes que mantienen su dignidad por más dura que sea su lucha por la supervivencia. El crítico y estudioso Sakari Toiviainen identifica la «imaginación melodramática» como la fuerza aglutinante de los diversos elementos de estas obras, un «universo moral» con claras dicotomías, con virajes abruptos y composiciones en el relato, y por último con una música que juega un rol fundamental como vehículo de recuerdos y sentimientos sin expresar.
En síntesis, quizás pueda decirse que es la curiosa tensión entre el ascetismo y el melodrama lo que aporta la esencia del estilo y la originalidad de Aki Kaurismäki. Curiosamente, éstas son características que conectan su obra con la tradición cultural y sentimental del pueblo finlandés. Nosotros los finlandeses, la nación «que calla en dos idiomas» (B. Brecht), somos conocidos como un pueblo parco y de pocos gestos, aunque hondamente emocional por dentro y propensos al sentimentalismo. La autocomplaciencia inherente al sentimentalismo, sin embargo, es algo a lo que Kaurismäki nunca condesciende, lo que tal vez sea uno de los motivos por los que fue mucho más admirado en el extranjero que en su propio país, hasta su éxito más reciente.
La vena inaugurada por la «trilogía proletaria» continuó con dos películas filmadas en el extranjero y en otros idiomas, Yo contraté a un asesino a sueldo (1990) en Londres y en inglés, con el actor francés Jean-Pierre Léaud en el papel principal, y Vida de bohemio (1992), en París y en francés. El universo de estas historias, sin embargo, es indudablemente tan Kaurismäki con el de sus películas rodadas en Finlandia. Juha (1999) lleva el lenguaje melodramático al extremo: una película muda con banda sonora musical que termina en una despiadada tragedia. Nubes pasajeras (1996), por su parte, es el comienzo de una nueva trilogía, la de los indigentes, los desempleados, los sin techo, y tiene un final feliz. En un mundo donde cada día hay menos esperanza, el artista se siente obligado a ofrecer algo de ella en su universo de fantasía.
Pero además de estas películas existe otra línea en la obra de Aki Kaurismäki, quizás más difícil de definir. Son travesuras, hechas como regla sin guión, comedias irónicas en apariencia que presentan un costado audaz de la misma visión crítica de la sociedad, su indiferencia y su frialdad, que yace en toda su obra: Calamari Union (1985), Hamlet va en viaje de negocios (1987), Leningrad Cowboys Go America (1989) y Leningrad Cowboys Meet Moses (1994). Agárrate el pañuelo Tatiana (1994) es un caso un poco diferente, un retrato nostálgico de la Finlandia de los sesenta tal como vive en los recuerdos y la imaginación del director.
El hombre sin pasado (2002, proyectada el año pasado en el Cineclub YMCA) muestra algunas señales de síntesis. Segunda parte de la «trilogía pobre», la historia de un hombre que pierde la memoria y se encuentra a sí mismo tiene claramente mucho en común con los antiguos «melodramas ascéticos», pero sus personajes parecen tener más dimensiones, como si las travesuras de las comedias se hubieran alojado dentro de ellos. La dualidad del melodrama ha abierto camino a una visión de vida más compleja, sin que la emoción pierda nada de su fuerza. Los fantasmas de Buñuel y de Bresson dan la bienvenida a los de Yasujiro Ozu en la cohorte de ángeles guardianes de Aki Kaurismäki.
Gran Premio del Jurado y el Premio a la Mejor Interpretación Femenina del Festival de Cannes de 2002, y nominada al Óscar a la mejor Película de Lengua Extranjera en 2003, es su salto al gran público. En 2006 completa su trilogía pobre con Luces al atardecer, en donde hace explícito el sentimiento que los finlandeses tienen por el tango y abre y cierra con Carlos Gardel. En 2011 vuelve al ruedo con El puerto, ganadora del Premio FIPRESCI en Cannes, y en 2017 El otro lado de la esperanza, que le valió el Oso de Plata como mejor director en el festival de Berlín.
Emiliano Penelas, programador
FINFO 8/2002: "El cine contemporáneo finlandés"
- Función 158 - Miércoles 4 de octubre, 20 horas
CRIMEN Y CASTIGO
(Rikos ja rangaistus, Finlandia, 1983, color, 93 minutos)
Dirección: Aki Kaurismaki.
Elenco: Markku Toikka, Aino Seppo, Esko Nikkari, Hannu Lauri, Matti Pellonpää, Harri Marstio y Olli Tuominen.
Un ex-estudiante de derecho irrumpe en el apartamento de un hombre de negocios y lo mata aparentemente sin motivos. En ese momento llega Eeva y aconseja al asesino que escape.
A su manera, y llevándola a la Finlandia moderna, Aki Kaurismaki adapta la famosa novela de Fiodor Dostoievski. Un excelente ejemplo de cómo el cine se relaciona con la literatura, en la visión de uno de los directores más originales de la actualidad.
- Función 159 - Miércoles 18 de octubre, 20 horas
SOMBRAS EN EL PARAÍSO
(Varjoja paratiisissa, Finlandia, 1986, color, 76 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki
Elenco: Matti Pellonpää, Kati Outinen, Sakari Kuosmanen, Esko Nikkari, Kylli Köngäs, Pekka Laiho, Jukka-Pekka Palo, Svante Korkiakoski, Mari Rantasila
Nikander es un conductor de un camión de la basura, que una noche verá como su vida se complica al morirse su compañero de trabajo. Además, se enamora de Ilona, una cajera de un supermercado. Primera entrega de "La trilogía del proletariado" que se compone además de Ariel y La chica de la fábrica de fósforos.
- Función 160 - Miércoles 1 de noviembre, 20 horas
LA CHICA DE LA FÁBRICA DE FÓSFOROS
(Tulitikkutehtaan tyttö, Finlandia, Suecia, 1990, color, 79 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki.
Elenco: Kati Outinen, Elina Salo, Esko Nikkari, Vesa Vierikko, Silu Seppälä, Reijo Taipale.
Una joven solitaria hace un trabajo mecánico y rutinario en una fábrica de cerillas. Cuando llega a casa debe soportar a su perverso padrastro y la falta de cariño de su madre. Por las noches sale a bailar intentando divertirse y encontrar pareja, pero nunca tiene suerte.
"Atractiva película, quintaesencia de la habilidad de Kaurismäki para narrar relatos de calculada dureza, sobriedad interpretativa y siniestro sentido del humor" (Tomás Fdez. Valentí)
- Función 161 - Miércoles 15 de noviembre, 20 horas
LUCES AL ATARDECER
(Laitakaupungin valot, Finlandia, 2006, color, 80 minutos)
Dirección: Aki Kaurismäki
Elenco: Janne Hyytiäinen, Maria Järvenhelmi, Ilkka Koivula, Maria Heiskanen, Kati Outinen, Sergei Doudko, Andrei Gennadiev, Arturas Pozdniakovas, Matti Onnismaa, Sulevi Peltola, Antti Reini, Neka Haapanen, Santtu Karvonen, Sesa Lehto, Jukka Rautiainen, Jukka Salmi
Koistinen, un guardia de seguridad nocturno, recorre las calles buscando un lugar al sol, pero la indiferencia general destroza, una tras otra, sus modestas esperanzas. Un grupo de mafiosos, que se aprovecha de su sed de amor y de su profesión con la ayuda de una mujer fría y calculadora, organiza un robo del que se acusa sólo a Koistinen. Así, pierde su trabajo, su libertad y sus sueños.
